Health, Healing, and Healthy Relationships: A New Safety Card Resource for farmworkers

From Alianza Nacional de Campesinas and Health Partners on IPV + Exploitation

March 27, 2023

On any given morning, Irma Durand drives the roads and fields in Homestead, Florida. They are roads she knows well, having lived in Homestead since 2014. She shares information and resources about COVID-19 with farmworkers and their families. She brings masks, information about the vaccine, and her deep expertise connecting with people in the community in which she lives. “I go to where they are. I go to the places where they are. I talk to people one-on-one. I am able to create this space. I have this patience. This closeness.”

Durand is a Community Outreach worker at Grupo A.M.O.R., a grassroots organization of women leaders from farmworker communities based in Florida and supported by the organization Coalición Rural. Her group shares information with other farmworker women about issues that are important to them – heat stress protections, worker’s rights, and how to start your own small business. Trusted messengers in their community, they have provided critical information to farmworkers about the COVID-19 pandemic. They woke up early to share masks, gloves, and hand sanitizer with farmworkers going to the fields. They delivered food to families who needed help. And they advocated for services to be delivered at times and locations accessible to farmworkers who may work long shifts into the evening or early mornings before the sun comes up.

An estimated 2,211,551 people worked as farmworkers across the United States in 2021. Essential workers who have continued to work throughout the pandemic to support our food system, farmworkers are at high risk for contracting COVID-19. One study found that in comparison to pre-pandemic periods, mortality increased 39% during a period of time in 2020 among food/agriculture workers in California. And yet many workers lack access to health insurance, livable wages, and affordable housing. Immigration status prevented many farmworkers from qualifying for programs that supported individuals who couldn’t work because of reasons related to COVID-19.  

“Farmworkers didn’t stop. They went to work,” shared Durand. But farmworker health was also harmed by COVID-19.”

Some of the same strategies that allowed Durand and her colleagues to effectively share information about COVID-19, helped open doors to conversations about other issues impacting the community, such as domestic violence. They heard stories about how experiences of domestic violence were preventing some individuals from accessing critical COVID-19 services, support, and health care. They identified a need for a resource that shared information both about COVID-19 and domestic violence.

Over the course of several months, Alianza Nacional de Campesinas, or the National Farmworker Women Alliance, and Health Partners on IPV + Exploitation, a project of Futures Without Violence, developed a new resource on intimate partner violence (IPV) and health care access. The safety card tool provides information on healthy and unhealthy relationships, their impact on health, and resources for support. 

Built in collaboration with farmworker leaders throughout the U.S., the card may be used by community health centers, community advocates, survivors, and others including friends and relatives. The 2″ x 3.5″ tool folds up like an accordion to the size of a business card. There are opportunities to localize the card and add information specific to any region.

This resource would not exist without the leadership, expertise, experience, and advocacy of farmworker leaders from across the U.S. Durand has already started sharing the card with farmworkers in her community. “The card shares information about places in the community people can go for support. But the card is just one piece.” Durand and her colleagues use the card as a tool to open conversations with people about domestic violence. “You have to know how to listen to what farmworker women share, what they are feeling, what they experience. The card is a tool. It’s the space we create through these one-on-one conversations that is important.”

This resource was developed with support from the Health Resources and Services Administration (HRSA) of the U.S. Department of Health and Human Services (HHS) as part of an award to Health Partners on IPV + Exploitation (Futures Without Violence) totaling $162,500 with 0 percent financed with non-governmental sources. The contents are those of the author(s) and do not necessarily represent the official views of, nor an endorsement, by HRSA, HHS, or the U.S. Government. For more info visit HRSA.gov.

Salud, Sanación y Relaciones Saludables: Una Nueva Tarjeta de Apoyo de Aliados de Salud en Contra de la Violencia de Pareja Intima y la Explotación de Personas y Alianza Nacional de Campesinas

Marzo  27, 2023

En una mañana cualquiera, Irma Durand conduce por las carreteras y los campos de Homestead, Florida. Son caminos que conoce bien, ya que ha vivido en Homestead desde el 2014. Comparte información y recursos sobre el COVID-19 con los trabajadores agrícolas y sus familias. Ella trae máscaras, información sobre la vacuna y su profunda experiencia conectando con personas de la comunidad en la que vive. “Voy a donde están. Voy a los lugares donde están. Hablo con la gente uno a uno. Soy capaz de crear este espacio. Tengo esta paciencia. Esta cercanía”.

Durand es una trabajadora de enlace con la comunidad del Grupo A.M.O.R., una organización de base liderada por mujeres de comunidades agrícolas con sede en Florida y apoyada por la organización Coalición Rural. Su grupo comparte información con otras trabajadoras agrícolas sobre temas que son importantes para ellas: protecciones contra el estrés por calor, derechos de los trabajadores y cómo iniciar su propia pequeña empresa. Como mensajeras de confianza en su comunidad han brindado información crítica a los trabajadores agrícolas sobre la pandemia. Se despertaron temprano para compartir máscaras, guantes y desinfectante de manos con trabajadores agrícolas en camino a los campos. Entregaron alimentos a familias que necesitaban ayuda. Y abogaron para que los servicios se brindaran en horarios y lugares accesibles para los trabajadores agrícolas, que pueden trabajar turnos largos hasta la noche o temprano en la mañana antes de que salga el sol.

Se estima que 2,211,551 personas trabajaron como trabajadores agrícolas en los Estados Unidos en el 2021. Los trabajadores agrícolas, empleados esenciales que continuaron trabajando durante la pandemia para apoyar nuestro sistema alimentario, corren un alto riesgo de contraer COVID-19. Un estudio encontró que, en comparación con los períodos previos a la pandemia, la mortalidad aumentó un 39 % durante un periodo de tiempo en 2020 entre los trabajadores de agricultura y alimentación en California. Y, sin embargo, muchos trabajadores carecen de acceso a seguro médico, salarios dignos y vivienda asequible. La situación migratoria impidió que muchos trabajadores agrícolas calificaran para los programas que apoyaron a las personas que no podían trabajar por razones relacionados con el COVID-19. 

“Los trabajadores agrícolas no se detuvieron. Fueron a trabajar”, ​​compartió Durand. Pero los trabajadores agrícolas también vieron su salud perjudicada por el COVID-19”.

Algunas de las mismas estrategias que permitieron a Durand y sus colegas compartir información sobre el COVID-19 de manera efectiva ayudaron a abrir las puertas a conversaciones sobre otros problemas que afectan a la comunidad, como la violencia doméstica. Escucharon historias sobre cómo las experiencias de violencia doméstica impedían que algunas personas accedieran a servicios, apoyo y atención médica críticos relacionados con el COVID-19. Identificaron la necesidad de un recurso que compartiera información tanto sobre COVID-19 como sobre violencia doméstica.

En el transcurso de varios meses, Alianza Nacional de Campesinas y  Los Aliados de salud en Violencia de Pareja Íntima + Explotación, un proyecto de Futuros Sin Violencia, desarrollaron un nuevo recurso sobre violencia de pareja íntima (IPV por sus siglas en inglés) y acceso a atención médica. La herramienta de tarjeta de apoyo brinda información sobre relaciones saludables y no saludables, su impacto en la salud y recursos de apoyo. 

Creada en colaboración con líderes de la comunidad de trabajadoras agrícolas en los EE. UU., la tarjeta puede ser utilizada por centros de salud comunitarios, defensores de la comunidad, sobrevivientes y otros, incluidos amigos y familiares. La herramienta de 2″ x 3,5″ se pliega como un acordeón del tamaño de una tarjeta de presentación. Hay oportunidades para localizar la tarjeta y agregar información específica para su región.

Este recurso no existiría sin el liderazgo, la pericia, la experiencia y la defensa de los líderes de los trabajadores agrícolas de todo EE. UU. Durand ya ha comenzado a compartir la tarjeta con los trabajadores agrícolas de su comunidad. “La tarjeta comparte información sobre los lugares de la comunidad a los que las personas pueden acudir en busca de apoyo. Pero la tarjeta es solo una pieza”. Durand y sus colegas usan la tarjeta como una herramienta para abrir conversaciones con las personas sobre la violencia doméstica. “Hay que saber escuchar lo que comparten las trabajadoras agrícolas, lo que sienten, lo que viven. La tarjeta es una herramienta. Es el espacio que creamos a través de estas conversaciones uno a uno lo que es importante”.

Este recurso fue desarrollado con el apoyo de la Administración de Recursos y Servicios de Salud (HRSA) del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) de los EE. UU. como parte de un premio a Health Partners on IPV + Exploitation (Futures Without Violence) por un total de $162,500 con 0 por ciento financiado con fuentes no gubernamentales. Los contenidos pertenecen a los autores y no representan necesariamente las opiniones oficiales ni el respaldo de HRSA, HHS o el gobierno de los EE. UU. Para obtener más información, visite HRSA.gov.